Aparecen tambien las marcas que quedan por la soldadura por puntos que utilizaron en fábrica para unir las distintas piezas que forman el chasis y algunos golpes que debió llevar la moto cuando estaba rodando.
Para ello uso un disco abrasivo que es como una especie de esponja dura pero que tiene suficiente flexibilida para entrar bien dentro de las abolladuras y limpiar si ha quedado algo de oxido. A continuación una capa generosa de cemento de carrocerías para cuya aplicación no tengo demasiad habilidad, como puede verse en la siguiente imagen...
y unos cuantos minutos despues empieza el trabajo de brazo y taco de lija hasta que el cemento queda nivelado y los abollones y huecos tapados.
Finalmente de nuevo la pistola para aplicar otra capa de imprimación antioxidante en las zonas en las que la habíamos eliminado. Ahora ya está listo (o al menos así debería ser) para la aplicación de la capa de aparejo y finalmente la de pintura.
Nariz y cófanos.
Si me he quejado de las marcas de lijado del chasis, de la nariz, mejor no hablar. En las fotos no se aprecia como estaban realmente Esta pieza es de aluminio o una aleación parecida y al ser más blando, las marcas eran mucho mayores, además tenía un par de golpes, uno con grieta incluida que salieron a la vista después del chorro de arena.
Aleta trasera.
La aleta trasera tenía unos cuantos golpes y zonas dobladas y además las soldaduras por puntos de las dos piezas que la forman estaban agujereadas.
Mejor que taparlos con cemento, decidí entrenar un poco con la soldadura autógena con latón y la verdad es que no quedó nada mal para ser tan novato. Además, aunque tarde me han dicho lo que hay que usar para tapar el hueco a rellenar. Son piezas de cerámica o mejor aún una cinta adhesiva que no deja que se le pegue el latón. Tengo que probarlo. Tambien estrené en ella el juego de tas y martillo de chapista que me compré y que ha sido un acierto.
Tengo que sacar unas fotos ahora que ya está lijada y tiene mejor pinta.