martes, 25 de agosto de 2009

LIMPIEZA

Como tengo un motor comprado para esta moto, armado y en teoría en buen estado, la idea inicial es montárselo antes de hacer ninguna otra cosa, para arrancarla, probarla e intentar documentarla.
Poner el motor en su sitio son tres tornillos. Una vez presentado, y con la inestimable colaboración de mi ayudante favorita, le hacemos una pequeña limpieza a la moto para quitar el polvo acumulado durante todos los años que estuvo guardada en diferentes trasteros.
La limpieza de la moto de mamá hay que hacerla con cariño. La aleta delantera se frotó con auténtico esmero.



Al motor nuevo le falta el volante magnético, tiene el plato de bobinas en regular estado y los platinos no valen para nada. Además la chaveta del cigueñal está estropeada y no consigo sacarla. Cuando voy a probar colocarle el plato de bobinas del motor original de la moto y el volante magnético me doy cuenta de que los cigüeñales son diferentes. El motor original de la moto se desarmó en un taller hace muchos, muchos años porque tenía la biela con una holgura tremenda. Nunca llegué a comprar una porque apareció antes el otro motor. Ahora intentaré encontrar una.
El plato de bobinas del motor original no me vale sin tener que modificarlo o al menos, sin tener que quitarle los fieltros.
Este inconveniente y la posible diferencia entre los dos motores, me pican la curiosidad y me dan la excusa perfecta para abrir el motor nuevo, que es lo que más me gusta, y ver como está restaurado, o mejor aún montar entre los dos el motor original de la moto, más antiguo y con una numeración muy parecida a la del chasis.Una vez quitados de nuevo los tres tornillos que lo sujetaban, ya lo tengo en la mesa del taller para destriparlo y pasarme un buen rato enredando con él.

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